Autor: Cancerberus

Ha llegado el momento, de ponerme manos a la obra y escribir la inolvidable y deseada experiencia ocurrida hace unos días y compartida con la más perfecta, para mí, la irrepetible travesti Suelen.

Después de mucho tiempo sin disfrutar del tercer sexo, me entero que está en Granada Suelen. Enseguida me dispongo a buscar el momento de encontrarme con ella y ese momento llega al día siguiente por la tarde.

La llamo y me dice que le dé algo de tiempo para ponerse guapa. Creo que no necesita ni un segundo para embellecerse pues no se puede mejorar lo que es inmejorable. Pasados quince minutos llamo desde la puerta de la casa, me abre el portal, subo nervioso, ansioso.
Me acerco a la puerta y estando a un metro se entreabre. Entro y allí estaba majestuosa ella, más guapa que nunca. No sé cómo lo hace, oliendo divinamente, vestida con un body súper-sexi y pasamos a la habitación.

Lo primero fue un prolongado y apasionado beso de los de verdad. Me pongo malo cuando me acuerdo. Nos repasamos con caricias nuestros cuerpos y después empezamos un rato de charla. Yo tenía pocas ganas de conversación, me podía el deseo.

¿Cuánto tiempo quieres estar? me dijo.

Le contesté que no habláramos de tiempo, que íbamos a cumplir todas mis fantasías y después hablaríamos. Así fue, le dije que quería comérmela entera, verla disfrutar y llevarla al éxtasis.

Empezamos a abrazarnos, besos, mientras nos quitábamos la ropa hasta quedarnos solo con la piel. ¡Qué visión! La puse de pie contra la pared y empecé a besarla, a pasarle la lengua por toda su geografía.
Le abrí sus cachetes y mi lengua empezó a hurgar en su apretada cueva. Mi mano la rodeo hasta encontrar su miembro, que ya estaba reaccionando a mis atenciones, nos tumbamos en la cama y ahora le tocó el turno a toda su parte delantera.

Desde los dedos de los pies hasta su suave cuello y ella también estaba a la faena conmigo. Hicimos una chupada mutua, que no olvidaré nunca, me puse a chupársela mientras le tocaba y apretaba su ano. Ya escuchaba sus gemidos, le encanta.

Otro apasionado beso y empecé a masturbarla hasta que se puso a tope y me pidió follarme. No pudo ser… el dolor es insoportable. Me puso un preservativo, chupé otro ratito y allí con ella tumbada boca arriba me dispuse a penetrarla son sus pies sobre mis hombros.
Mientras bombeaba, le chupaba sus pies, sus dedos y después empecé a masturbarla al mismo tiempo ¡que gozada!.

Llego un momento que estaba para correrse y yo también. Paré y de rodillas entre sus pies empecé a chupársela y masturbarla hasta que me dice: para, para que me corro.

Al escuchar esto me la metí en la boca y chupé hasta que no pudo aguantar más y explotó dentro de mi boca mientras yo la miraba de reojo, como podía.

Fue una escena maravillosa, que llevaba soñando mucho tiempo y al final se ha cumplido.

La he visto retorcerse de placer, fue precioso, con lo bien que olía todo su cuerpo, la suavidad de su piel y verla disfrutar de esa manera…… inolvidable. Me dio unos pañuelos para que me limpiase ese néctar, que por cierto… no sabe mal. Es un sabor distinto, no sé cómo explicarlo pero no es desagradable.

A continuación me dice: te toca a ti. Le digo que no me importa, que ya he cumplido mi fantasía, pero no me dejó seguir hablando.
Se la metió en la boca y chupó hasta casi el final que terminó con la mano. Nos quedamos tumbados un ratito, nos limpiamos y echamos otro rato de charla. Nos besamos y quedamos en repetir la experiencia cuanto antes mejor.

Despedida y yo más contento que unas pascuas hasta casa. Ese día, no lo he olvidado ni lo olvidaré nunca.

Cada vez que me acuerdo y estoy solo….ya sabéis… cierro los ojos…. y con un poco de ayuda…. otra colosal corrida.

Espero que os haya gustado mi mejor experiencia con una verdadera diosa del placer y no haya sido demasiado largo ni pesado el relato.
Espero poder contaros pronto mi próxima experiencia.
Saludos a todos.

Added on January 12, 2018 at 12:00 am