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Relato Travesti Ivete Montello - Mi sueño ya es real


Relatos Travestis Sevilla: Ivete Montello - Mi sueño ya es real
Autor: kokoepiblas

Han sido varios años leyendo sobre ella. Varios años viendo sus fotos. Varios años pensando en su espejo. Incluso algún intento frustrado de quedar con ella en su anterior etapa en Madrid (una vez ella no pudo, otra yo no terminé de decidirme a dar el paso... y finalmente se marchó a Barcelona). Siempre me he sentido poderosamente atraído por ella: su mirada, su sonrisa, su cuerpazo, esa forma de ser que se destila de cada comentario suyo en el foro... Ha sido una fantasía recurrente en mi cabeza: estar con Ivete... y al fin, este miércoles, se hizo realidad.

La tenía en la cabeza desde que hace unos meses me decidí a tener mi primera experiencia (al final fue con Victoria Ricci y fue maravilloso), pero ella estaba en Barcelona. Ya entonces hablé con Ivete y ella me dijo que en abril vendría a Madrid... y esta vez no podía perdérmela. La semana pasada la llamé para preguntarle si vendría y me confirmó que sí, así que solo tenía que buscar el momento. El martes por la mañana la llamo para saber si está disponible el miércoles por la tarde. Cariñosa y atenta me dice que sí, pero que la llame al día siguiente para confirmar. Esas 24 horas se me hacen eternas pensando que al fin podré estar con ella.

Llega el miércoles a media mañana y la vuelvo a llamar para confirmar todo. "Claro que sí mi amor", me dice con una voz risueña y agradable. "Estoy un poco nervioso, porque llevo mucho tiempo deseando estar contigo" le confieso. "Pues estate tranquilo... soy un bombón y ya verás que ganas tienes de comerte el bombón cuando me veas" me dice mientras reímos.

Llega la hora y acudo hasta el lugar de la cita, en Plaza de Castilla. La vuelvo a llamar, me dice el piso y subo, con una mezcla de nervios y excitación que creo que nunca antes había sentido. Salgo del ascensor y veo una puerta que se abre. Voy hacia allá y tras ella me encuentro a la mujer de mis sueños. "¿Qué tal cariño?" me dice... "Bastante nervioso" contesto... ella se ríe y me da un pico. Estoy absolutamente hipnotizado, Ivete es una mujer increíble. Su melena negra hasta los hombros enmarca una profunda mirada de ojos negros y una sonrisa marcada por unos carnosos labios. Su piel tostada se esconde bajo un conjunto de ropa interior rojo bajo el que adivino sus espectaculares pechos y esa sorpresa que aún está relajada pero que luego me llevará hasta el cielo.

"Ven conmigo, cariño" me dice y yo la sigo hipnotizado por el movimiento de su culo hasta la última puerta del piso. Es una casa grande, no está sola, pero en ningún momento vi a nadie ni nos molestó nadie. Entramos a la habitación, que ella cierra con llave. Es muy amplia, con un sofá y una cama. Ella se acerca a mi, se ríe y me vuelve a besar "tranquilo, mi amor" me susurra notando que estoy como un flan.

Ivete se tumba en la cama y yo sigo embobado observando su espectacular cuerpo... "Ponte cómodo, cariño, quítate la ropa" me dice. Yo me empiezo a desvestir bajo su atenta mirada. Me quedo solo con la ropa interior y me tumbo junto a ella en la cama. "Llevo muchos años soñando con estar contigo" confieso mientras la acaricio. "Pues relájate y disfruta" me contesta antes de empezar a besarme mientras juega con mis pezones. Acaricio su suave piel, beso su cuello y llego hasta sus pechos. Ella se deshace del sujetador y comienzo a comerme esas deliciosas tetas mientras ella empieza a llevar su mano a mi entrepierna. Yo hago lo mismo. Al fin tengo la polla de Ivete en mis manos. Comienzo a acariciarla y veo que poco a poco va ganando tamaño. No puedo esperar más, así voy bajando, recorriendo todo su cuerpo hasta llegar a ese esplendoroso pollón.

Ella se deshace del resto de su ropa interior y se queda tumbada en la cama, boca arriba. Cojo su polla, de un tamaño más que considerable y comienzo a lamerla, a recorrerla y chuparla con mi lengua, con mis labios. La meto dentro de mi boca mientras la miro. Disfruto de ver el cuerpo de Ivete ante mi mientras me como su tremendo pollón. Ella empieza a gemir y comienza a follarme la boca. Ya he perdido el control. Ya no soy yo el que se come la polla de Ivete. Es ella la que manda y llena mi boca de su polla hasta casi atragantarme. "Come polla, maricón" me dice mientras tanto. Y yo obedezco y disfruta de comerme esa polla con la que tantas veces he soñado.

Tras un rato así, paramos y yo me tumbo boca arriba. Ivete se pone frente a mi. Ya imagino lo que va a pasar. Ivete abre mis piernas y acaricia mi ano mientras se masturba "Mmmmm que lisito" me dice excitada... "Recién depilado para ti" confieso. Ivete me mira con cara de lujuria, se pone un condón y reparte lubricante por mi culo y su polla. Coloca la punta sobre mi culo y empieza a intentar penetrarme... pero me duele y tiene que parar. "Tranquilo, cariño, no pasa nada, relájate" me dice. Con maestría, Ivete comienza a frotar su polla sobre mi ano mientras me masturba. Vuelve al ataque. Y ahora sí. Su tremenda polla entra poco a poco en mi culo hasta estar toda dentro.

Comienza entonces una sesión de gozo como creo que no había sentido nunca. Ivete me folla lento, rápido, suave, duro... solo puedo disfrutar del momento. La beso, acaricio sus tetas. Ella me folla mientras me masturba. Levanta mis piernas más aún y las pone sobre sus hombros para follarme aún más profundo. "Para, para, que no me quiero correr aún" tengo que suplicar. Ivete sale de mi y se tumba boca arriba. Su polla no es una polla, es un misil, grande, duro, perfecto. Ella lo sabe. "Mira como estoy, mira mi polla que dura está" me dice mientras se la agarra. No me puedo resistir y allá que voy otra vez. Vuelvo a meterme su deliciosa polla en la boca. Ahora estamos en posición de 69, por lo que su polla aún entra en mi de forma más profunda mientras Ivete me masturba.

Después de un rato de mamada, me giro y me pongo sobre Ivete. Nuestras pollas chocan, se rozas, mientras nos besamos. "Ponte a cuatro patas" me ordena Ivete. Y allá que voy, dispuesto a recibir de nuevo su polla en mi culo. Se pone un condón, más lubricante, y comienza a follarme sin problemas mientras me masturba. Yo giro mi cabeza hacia un lado para observar su cuerpo, su cara de vicio, mientras no para de destrozarme el culo. Tanto me giro que mi cuerpo acaba cayendo rendido sobre la cama mientras Ivete, sobre mí, me folla el culo como nunca nadie lo había hecho. En esa posición mi culo está tan abierto, tan a su merced, que nota toda su polla dentro de mi mientras que sus huevos golpean mis glúteos una y otra vez. "Toma polla, maricón" me dice Ivete mientras yo disfruta como un enano.

La follada es tan profunda que comienza a dolerme un poco, así que decidimos cambiar de posición para seguir disfrutando. Yo me vuelvo a tumbar boca arriba e Ivete se coloca frente a mi. Su polla entra en mi culo con una facilidad asombrosa y comienza a bombear sin parar mientras abre mis piernas. Ella gime, disfruta. Yo estoy tremendamente excitado. Ivete agarra mi polla y comienza a masturbarme sin parar de darme por culo. "Me voy a correr" le dijo entre jadeos... "Mmmm si, que rico" susurra ella... Y en ese momento siento el mayor placer que he sentido en mi vida. Mi polla explota llenando mi pecho y la mano de Ivete mientras que su polla no para de entrar y salir de mi culo. Escalofríos y calambres recorren mi cuerpo, tanto que casi no dejo moverse a la pobre Ivete con mis piernas. Ella se acerca, y me besa antes salir de mi y levantarse para que ambos nos limpiemos. "Ahora estás mejor que la Cifuentes" me dice mientras ríe a carcajadas... "Eso no era difícil" contesto yo mientras me río.

Después de limpiarnos y recoger los restos del polvazo que acabamos de echar, Ivete y yo nos tumbamos en la cama, uno junto a otro. Nos acariciamos mientras charlamos un poco de todo. Ella me dice que está bien en Barcelona, hablamos de la situación política, aunque reconoce que en el día a día no le afecta allí. Me dice que va a estar en Madrid hasta finales de mes, asi que le prometo que intentaré volver a verla antes de que se marche. Miro el reloj y ya ha pasado casi una hora, asi que me levanto para vestirme. Ivete tapa su cuerpo con una toalla, abre la puerta, comprueba que no hay nadie y me acompaña hasta la puerta. "Hasta pronto, cariño" me dice sonriendo y regalándome un nuevo beso antes de irme... "Ha sido un placer conocerte" contesto satisfecho.

Salgo de la casa y me dirijo hacia el ascensor, repasando en mi mente cada segundo que he pasado junto a Ivete. Mi gran fantasía, mi gran sueño se ha hecho realidad. Y no solo ha estado a la altura, sino que ha superado las expectativas. Ivete no solamente es un pivón descomunal con una belleza exótica hipnotizante, sino que además es una mujer culta, inteligente, divertida, de la que cualquiera nos podríamos enamorar. Una mujer 10 a la que solo puedo agradecer lo bien que me ha hecho sentir y asegurarle que volveré a verla antes de que acabe este mes de abril.


Added on May 07, 2018 at 12:00 am

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