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Relato Travesti Dita me domina en Madrid


Relatos Travestis Sevilla: Dita me domina en Madrid

Autor : Sumibcn

Dita me domina

Hola

La verdad es que describir todo lo que sentí y todo lo que acaeció en el encuentro que tuve ayer con Dita me resulta muy complicado. Fueron muchísimas las sensaciones vividas y además tan intensamente que se me hace complicado relatarlo de manera fidedigna pero lo voy a intentar.

Para empezar debo decir que llevaba muchísimo tiempo anhelando este encuentro. Los anuncios y relatos de Dita ejercían un poder de atracción muy grande hacia mí y ya llevaba meses con la intención de visitarla. Incluso le había mandado algún que otro mensaje por el correo privado preguntando por sus horarios y estancias en Barcelona.

Sin embargo, ayer fue el día propicio. La llamé por el mediodía para intentar concertar cita. Me dijo que de acuerdo pero que debía ser por la noche. Quedamos en que la llamaría una hora antes. La verdad es que una sensación de nerviosismo se apoderó de mí en ambas llamadas. Finalmente la llamé una hora antes y concertamos el encuentro. Acordamos que sería una hora. Le dije que era pasivo y que era un poco sumiso y que quería un servicio de dominación.

Cuando llegó la hora, apoderado de los nervios, llamé por teléfono desde el portal del edificio donde recibe (previamente me había dado la dirección). Me dice el piso y puerta y me abre. Subo por el ascensor. Ella ya estaba detrás de la puerta esperándome. Abre y paso al interior.

Detrás de la puerta me encuentro una mujer imponente. Vestía una especie de corpiño, braguitas y tacones que crearon en mí un efecto inmediato de sumisión. Me sentía totalmente aturdido por su presencia física la cual se veía acrecentada por los grandes tacones que llevaba. Me veía como un ser inferior ante una amazona de impresión.

Dita me preguntó si me gustaba lo que veía a lo que yo sólo pude responder con un sí que apenas fue audible. Me hizo pasar a su salón y allí me dijo que ya sabía quien era. Me quedé muy sorprendido por su intuición. Había adivinado de que forero se trataba sin que yo le dijese nada.

Una vez en el salón se sentó en el sofá, me dijo que me arrodillase y me volvió a preguntar si me gustaba lo que veía. Le volví a responder que sí. Me dijo que me sentase a su lado y nos besamos varias veces. Es increíble como besa esta chica, lo hace increíblemente bien, es un auténtico placer. Se quitó las bragas y me dijo que me arrodillase y empezase a chupársela. Lo hice de inmediato. Me la metí en la boca y empecé a hacerlo. Dita empujaba mi cabeza y hacía que me atragantase con ella. Me cogía por los pelos y subía y bajaba mi cabeza a la vez que me iba abofeteando y diciendo: "abre la boca, así, toda entera". A pesar de atragantarme no podía dejar de comerme esa polla, era deliciosa. Dita me decía una y otra vez si me gustaba lo que veía a lo que le respondía que era preciosa y que podía hacer conmigo lo que quisiera. Ante tal afirmación sonrió y me dijo que así le gustaba.

Después de estar un rato chupándosela me dijo que me pusiese de pie y me desnudase. Ella también se desnudó por completo. Me preguntó si era fumador. Le dije que no y me dijo que le gustaba fumar mientras se la chupaban. Fue a por un cigarro, me dijo que me arrodillase y que volviese a chupársela.

Y de nuevo, lo mismo. Dita con su mano empujaba mi garganta hasta el fondo haciendo que me la tragase entera y me atragantase con ella. De tanto en tanto me soltaba y yo subía y bajaba, le pasaba la lengua por el glande y por los testículos. Hubo un momento en que me cogió nuevamente del pelo y volvió a marcar el ritmo de la mamada. Me estaba follando la boca. Mientras lo hacía me dijo: Ya sé lo que voy a hacer contigo puta, te voy a atar y te voy a violar. Esas palabras me pusieron a cien.

Al rato de estar chupándosela me puso contra el sofá y me metió uno de sus dedos para acto seguido empezar a meterme su lengua hasta el fondo. Me estaba haciendo un beso negro increíble y me estaba reventando de placer. Me la estaba metiendo hasta el fondo. Sacaba su lengua y cogía mi polla, la doblaba hacia atrás y se la metía en su boca para acto seguido volver a taladrarme con su lengua.

Después del beso negro me dice que me ponga a cuatro patas, me mete uno de sus dedos hasta el fondo y me dice que a partir de ese momento la llame ama. Asiento, le digo sí ama Dita y me dice: "muy bien perro ahora vente a la habitación, pero a cuatro patas".

Por supuesto obedecí sin rechistar y fui hasta la habitación. Una vez allí, Dita me dice que me ponga a cuatro patas en el borde. Encima de la cama veo unas correas y una fusta. Dita me dice: "Has visto como te he follado el culo con mi lengua?" A lo que respondo: "Sí, ama Dita". Acto seguido coge su fusta y empieza a azotarme las nalgas y un poco los testículos. Después de eso me dice que me va a dilatar bien el ano. Empieza nuevamente haciéndome un beso negro (me metía la lengua hasta el fondo, me estaba follando el culo con ella), coge mi polla por detrás y vuelve a metérsela en la boca y finalmente se pone unos guantes de látex y empieza a meterme sus dedos. Mientras lo hace me dice: "mmmm cómo te lo estoy dilatando, no lo notas puta?" A lo que respondo nuevamente: "sí, ama Dita". Al acabar la sesión me dijo que me había introducido cuatro dedos.

Después de dilatarme bien, Dita paso a la acción y empezó a metérmela. Fue una sensación que mezclaba dolor y placer. Hay que decir que la cama está ante un enorme espejo. Me veía reflejado a mí, a cuatro patas con el pecho apoyado contra el colchón y a una preciosa amazona penetrándome y dándome duro por detrás. "Levanta ese culo y acércalo, puta" me iba diciendo Dita mientras me taladraba sin piedad. Me sentía completamente dominado e indefenso ante ella. Era un juguete en sus manos. La sensación de sometimiento e incluso de indefensión era muy grande y me excitaba muchísimo.

Tal sensación de sometimiento se acrecentó cuando Dita me tumbó completamente y me empezó a taladrar apoyando todo su cuerpo encima del mío. Me estaba dando muy duro. Era totalmente suyo y no podía hacer absolutamente nada para evitarlo. Me estaba violando, follándome a su merced.

Después de taladrarme en esa postura (fue una gozada, no la había probado), me dejó con el pecho apoyado en la cama y los pies apoyados en el suelo. Me dijo si me gustaba y le respondí que sí, ama Dita. Acto seguido cogió un látigo y me golpeó con el tres veces en la espalda. Acto seguido me puso de rodillas en la cama, me volvió a penetrar mientras me rodeaba con uno de sus brazos, giraba mi cara y me besaba.

Después de eso me dijo que me pusiese boca arriba. Me hizo levantar las piernas y apoyarlas en ella. Y volvió a taladrarme muy duro, hasta el fondo. A todo esto decir que desde el primer momento en que me penetró yo no podía parar de gemir y casi gritar ante sus embestidas. Siguió dándome duro hasta que cogió las correas y ató mis piernas con mis manos. Le pregunté si no tenía nada para la boca y fue a buscar una de sus medias con la que me amordazó.

Estaba totalmente inmovilizado y Dita siguió taladrándome duro. Hubo hasta un momento en el que puso mi pie en su boca. Era increíble. Estaba atado y sometido a la merced de una amazona preciosa que estaba haciendo conmigo lo que quería. Dita me taladraba e incluso me quitó la media de la boca porque quería oír como gemía su puta.

Al cabo de un rato me desató me dijo que me pusiese de pie y me llevó otra vez al salón. Me empujó contra el sofá. Tenía el tronco apoyado en el borde y las piernas apoyadas en el suelo. Dita me la volvió a meter y me folló nuevamente. Al acabar estaba exhausto, me quedé apoyado en el respaldo totalmente vencido y jadeando. Era una sensación total de vencimiento.

Al rato vuelve Dita, se sienta en el sofá. Se rie y me dice que se la vuelva a chupar. Lo hago y nuevamente vuelve a follar mi boca empujando mi cabeza hasta el fondo haciendo que me atragante con su polla varias veces. Le digo si se le puedo tocar las testas y chupar los pezones y me dice que por supuesto. Cojo su polla y la mía y las froto ambas. Parece que le gustaban ambas cosas. Me dice que me quiere volver a follar y me lleva de nuevo a la habitación. Hace que apoye las manos contra una pared de pie y me vuelve a follar. Es una máquina, me está taladrando nuevamente y no da signos de cansancio. Para y me dice que la acompañe.

Me lleva hasta una habitación pequeña en la que tiene un armario grande con espejo, y otro espejo grande en una de las paredes laterales. Me dice que me apoye en el espejo y que saque el culo. Estamos de pie. Ella se apoya en la pared (la habitación es estrecha) y va llevando mi culo hacia su polla. Me dice que saque el culo. Ambos empujamos y vuelve a follarme otra vez sin piedad. La visión es muy excitante ya que veo como me está follando desde los dos espejos, vista frontal y vista lateral.

Después me vuelve a llevar a la habitación, se tumba en la cama y me dice que me siente encima de su polla. Lo hago y empiezo a cabalgarla. Ella mientras coge mi polla y empieza a masturbarme. Nuevamente visión excitante. El espejo grande que está al lado de la cama refleja como me está follando, como la cabalgo y mi cara jadeante.

Al final me tumba en la cama, me coge del cuello y me empieza a masturbar hasta que me corro. Me da papel, se sienta a mi lado e iniciamos una charla. Es un encanto de persona, tiene una conversación muy agradable y la verdad es que me trata increíblemente bien ya que no para de acariciarme mientras charlamos ambos desnudos. Yo también le acaricio porque es imposible no hacerlo ante una persona tan sumamente encantadora.

Al cabo de un rato me ofrece una ducha, la cual acepto. Al salir de la ducha está en el sofá sentada, desnuda. Me dice que me siente a su lado. Seguimos hablando un poco más. Me dice que le gustaría más pero que cree que mi culo ya ha tenido de sobras (y tiene más que razón). Me da incluso un cicatrizante para mi recto (ya os he dicho que es un verdadero encanto?) y después de vestirnos nos despedimos con unos besos de rigor.

Bueno, siento la parrafada. Para acabar decir varias cosas:
- Al entrar Dita me dijo que no la olvidaría y estaba en lo cierto. No me la puedo sacar de la cabeza ni a ella ni a la experiencia.
- Dita es una mujer espectacular, culta, amable, cariñosa, atenta… Todos aquellos que aún no la hayáis visitado no sé que estáis esperando. Yo ya me arrepiento de no haberlo hecho mucho antes.

Dita, si estás leyendo esto… Muchísimas gracias por todo. Eres una persona muy especial. No cambies nunca

Besos

Saludos a todos los foreros/as


Added on April 28, 2015 at 12:00 am

Travestis de Sevilla Relatos y Experiencias de Clientes. Dita me domina en Madrid


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