Relatos Travestis Sevilla: Bianca Araujo - Trío: Bianca y Marjory en Mallorca
Autor : Badmotor2008
Todos tenemos en mente algunas chicas que nos atraen de manera especial. Y cuando se anuncian en tu zona, el corazón te da un vuelco. Eso es lo que sentí hace unas semanas cuando vi que Bianca Araujo estaba en Mallorca. Primera vez que visitaba la isla. Aunque hay pocas experiencias suyas por la red, hace años que las fotos de sus anuncios me tienen enganchado. Obviamente, los posibles planes que tenía con otras chicas pasan a un segundo lugar. Necesito hablar con Bianca. Antes de llamarla, busco y encuentro más información sobre ella. Me llama la atención que su anuncio en esta página se activa en el mismo momento en que lo hace el de otra trans brasileña que suele estar en la isla. Como he visto alguna foto donde ambas aparecen juntas saliendo de noche, tengo una sospecha.
Marco su número. Coge el teléfono a la primera y me atiende amablemente. Le pregunto por todos sus servicios. Quiero recabar información y pensar después entre las opciones. Se lo explico y entiende mi postura. Tras sus respuestas acerca de sus servicios individuales, tanteo el trío con otra trans. Me dice que tiene una compañera de piso con la que podríamos hacerlo. Pregunto por su nombre y confirma mis sospechas. Se trata de Marjory Massafera. “Muy bien. Sé quien es”... digo. Agradezco su atención y le digo que llamaré en unos días para que nos conozcamos. Tengo que pensarlo, aunque no demasiado. Me parece una excelente ocasión para lanzarme a mi segundo trío con dos trans. Durante los últimos meses, dos intentos de trío fallaron en el último momento por parte de la chica con la que no había estado hablando. Tenía una espinita clavada. Además, mato dos pájaros de un tiro. Conozco a Bianca y repito con Marjory, una trans que me dejó con ganas de más cuando la conocí el año pasado.
A los días vuelvo a llamar a Bianca. Le digo que me apetece estar con las dos y concertamos la cita para el día siguiente al final de la mañana. Resumo lo que quiero y cerramos el tema económico. Me pasa la dirección exacta y compruebo que es el piso en el que estuve con Marjory. No le comento nada de que ya he estado allí. Se lo diré cuando nos veamos en persona. El plan está en marcha. Esa noche, la excitación y los nervios me impiden dormir bien.
Día de la cita. Último jueves de febrero. Llamo media hora antes para confirmar y salgo de casa. El piso está a las afueras de Palma. La zona no me pilla demasiado lejos pero hay que ir en coche. Llego con tiempo. Aparco sin problemas y espero a que sea la hora. Ya en el portal, vuelvo a llamar a Bianca. Me abre el portal y subo. Se trata de una segunda planta sin ascensor. Abre la puerta antes de que alcance el rellano. Su sensual voz me invita a pasar y cierra la puerta. Sonrisa y dos besos de bienvenida. Está espectacular. Traje de rejilla negro ajustado a su piel mostrando su fantástico cuerpo, bien proporcionado. Más culo que pechos, pero estos son preciosos. Sus pezones asoman entre los agujeros del vestido, al igual que sus tatoos. Destaca su famoso conejito justo por encima del tanga negro. Pero también me llaman la atención los que lleva en su muñeca interior y en su dedo corazón, a modo de anillo. Al caminar delante mío para llevarme hasta el cuarto, me deleito con el contoneo de su culo y los tatoos de su espalda. Bianca es esbelta y con curvas. Con tacones debe andar cerca de los 190 cm. Ya en la habitación, hablamos aguantándonos la mirada. Pelo negro suelto. Sus ojos verdes son preciosos. Me fijo también en sus manos. Muy femeninas. Uñas largas naturales, cuidadas aunque sin pintar. “Ponte cómodo. Marjory se está arreglando”... me dice. Me ofrece bebida y pido agua. Sale un momento, retiro mi chaqueta y me siento en la cama. El cuarto está limpio y ordenado. A su regreso, me pide el dinero. Le doy lo de las dos. Le explico que vengo duchado de casa pero que me gustaría pasar por el baño. Me da una toalla limpia y me acompaña.
Al regresar al dormitorio, solo está Marjory. La veo de espaldas, con un vestido rojo ceñido al cuerpo y tacones. Sus curvas son potentes. Delgada, con culazo “made in brazil” y buenas tetas. Saludo y se gira. Dos besos. “¿No me conoces?”... pregunto. Duda unos instantes y me dice que sí, que ya se acuerda. Sonríe. Según hablamos, entra Bianca en el cuarto. Acabando con la descripción de Marjory, muy rubia, más morenita de piel y con menos tatoos que Bianca. De hecho, diría que tiene solo el de su espalda, justo sobre su culo. Su rostro, muy sexy. Mirada profunda con sus naturales ojos negros, boca grande y labios carnosos. Sus manos me encantan. Uñas muy largas con manicura francesa impecable.
"¿Cómo te encuentras?"... me dicen las dos. “Muy nervioso. Solo he hecho esto una vez”... respondo. “Tranquilo, lo vamos a pasar muy bien”... dice Bianca. “Quítate la ropa”... dice Marjory. Mientras me desvisto, ellas pinchan música con el móvil y se tumban en la cama. Me dejo el bóxer puesto y me voy junto a ellas. Tan excitado como nervioso. Están tan buenas que solo su presencia me impone. Nos colocamos los tres de rodillas en la cama, yo entre ambas. Empezamos a tocarnos. Me meten mano y yo hago lo mismo. Marjory pellizca mis pezones mientras Bianca me besa. Mi polla empieza a crecer deformando el bóxer. Las manos de las dos chicas recorren mi pecho, mi paquete y mi culo. Sin llegar a quitárselo, Marjory retira el vestido hacia el centro y me ofrece sus ricos pechos. Lamo y chupo. Muerdo. Bianca hace lo mismo con sus tetas. Me cuesta centrarme ante tanto estímulo. Mientras me como unos, acaricio los otros. Miro un instante hacia abajo y veo otro estímulo. La polla de Marjory asoma por el lateral del tanga totalmente empalmada. Se masturba y con su otra mano acaricia mi paquete, aún dentro del bóxer. Chupan mis pezones. Los muerden. Mi polla está durísima y acabamos de empezar. Agarro la de Marjory, gruesa y curvada hacia abajo. Pajeo. Hago lo mismo con la de Bianca. Masturbo las dos pollas a la vez. Chupo los pezones de las dos y beso los labios de Bianca, más predispuesta a ofrecerlos. Marjory tiene mi polla en su mano y masturba. “Quítate todo”... me dice. Retiro el bóxer y vuelvo a sentarme entre ellas. Juntan las tres pollas y empiezan a jugar con ellas. Las frotan entre sí. “Chupa”... dice Marjory con sus manos llevando mi cabeza a su entrepierna. Me la meto entera sintiendo toda su dureza dentro de mí. Mientras como polla, pajeo a Bianca. Su polla es más fina y algo más corta. Y su empalme no llega a la dureza del de Marjory. Meto su polla en mi boca. Alterno una polla con la otra.
Me acomodo y apoyo mi espalda en el cabecero de la cama con unos cojines. Las chicas se acercan hasta mí con sus pollas fuera. “Muy bien, puta. Chupa las dos pollas a la vez”... suelta Bianca. Intento tragarme las dos pero no es fácil. Cada una me viene por un lado. Aún así, logro mantenerlas dentro de mi boca. Ellas pellizcan mis pezones. Bianca baja hasta mi entrepierna y me quedo comiéndole el pollón a Marjory. Logro metérmela entera, hasta sentir su base en mis labios. Aguanto la posición para sentir esa sensación de ahogo tan placentera. De repente, siento en mi polla el calor de la mamada de Bianca. Marjory se mueve adelante y atrás. Me mira fijamente mientras me folla la boca. Al rato, intercambian posiciones. Byanca me enchufa el biberón y Marjory, tras limpiar mi polla con una toallita, me devuelve la mamada que le acabo de hacer. Es genial sentir sus carnosos labios deslizándose por mi tronco. Y ver como se traga mi polla hasta hacerla desaparecer. Acompaña sus movimientos de cabeza con sus manos. Bianca pellizca mis pezones sin dejar de follarme la boca. Me da bofetones en la cara y sigue soltando guarradas. La lluvia de estímulos es total.
Hablan entre ellas y deciden lo próximo que harán conmigo. Marjory acerca su polla a mi boca y me la enchufa. Sigue durísima. La saco y me trago sus huevos. Juego con ellos dentro de mi boca. “Ponte a cuatro patas”... me dice. Coge un condón y se lo pone. Parece que será la primera en follarme. Bianca se baja de la cama y se queda de pie en uno de los laterales de la cama, agarrando su polla con sus manos. Me coloco de rodillas sobre la cama, acercando mi cabeza a su polla. Abro mi boca y sigo chupando. Siento las manos de Marjory masajeando mi culo. Noto el frío del lubricante que reparte con sus dedos. Sigo a lo mío. Comiendo polla. Agarra mis caderas con sus manos y empieza a empujar. En un primer momento, parece que mi culo se resiste. Es muy gruesa desde la misma punta. Retrocede un poco y repite la operación. Esta vez, penetra. Siento como va abriendo mi culo. Duele y resoplo. No para hasta clavarme su pollón enterito. Ahí es cuando empieza su follada. Bianca suelta cerdadas. Mientras tanto, mi culo se va acostumbrando al calibre de Marjory. Empiezo a salivar con la polla de Bianca entre mis labios. Marjory agarra mi polla, bien dura, y masturba sin dejar de follarme. De repente, sube el ritmo. Embiste con tal potencia, que tengo que dejar de comer polla. Chillo. Me tapa la boca con sus manos y sigue dándome. Me siento violado y me encanta. Junta su cuerpo al mío. Siento la presión de sus tetas en mi espalda. Coloca sus manos en mi pecho y tira hacia ella, contrarrestando este movimiento al de su enculada. Pellizca mis pezones. Muerde mi cuello. Mis orejas. Taladrea subiendo el ritmo. No puedo evitar volver a gritar. El placer es enorme. Bianca observa la escena. Hacen gestos entre ellas. Me dicen que no chille. Según parece, estamos molestando a alguien. Suben el volumen de la música para “tapar” mis gemidos. La situación es un tanto confusa. Parece que hacemos algo prohibido. Como voy tan cachondo, no me afecta. De no ser así, podría pegarme bajón. Marjory suaviza el ritmo y vuelvo a meterme la polla de Bianca en mi boca. De nuevo, rellenan todos mis agujeros. Marjory levanta una de mis piernas y me folla de lado. Pido más caña, agarrando su culo con mis manos y empujando hacia mí. Me la da. Además, un buen rato. Sus pilas son alcalinas.
Cambio de posición. Hacen que me ponga boca arriba. Pensaba que habría rotación pero veo que Marjory se prepara para clavármela de frente. Lo hace agarrando mi polla con su mano. Masturba y embiste. ¡¡Que placer!! Sus tetazas a la vista y su cara de vicio al taladrar. Belleza suprema y potencia descomunal cuando te encula. Lo que más me pone de una chica trans. Bianca chupa y muerde mis pezones, pero rápidamente se sienta sobre mí y me la enchufa en la boca. Marjory coloca mis piernas sobre sus hombros y embiste con potencia. Chillo. Me hace gestos con su dedo índice para que no grite. Pero ella sigue dándome duro. Bianca agarra mis manos con las suyas, aprisionándolas sobre el colchón. Quedo inmovilizado. Entre las dos, me tienen doblemente sometido. La rubia me revienta el culo y la morena me folla la boca.
Marjory sale de mí. Está cachonda y dice que si sigue dándome se correrá. Nuevas posiciones. Yo sigo tumbado boca arriba. Bianca me la chupa y me masturba. Marjory se coloca de rodillas junto a mi cabeza, pajeándose a escasos centímetros de mi cara. Abro la boca y me la enchufa. La mete parcialmente y con su mano sigue agitando. Bianca me folla el culo con algo, pero no puedo verla. No sé si emplea sus dedos o un consolador, pero me da igual. Lo importante es el placer que me da. Al mismo tiempo, me pajea. Lluvia de estímulos otra vez. La cara de vicio de Marjory masturbándose me encanta. Coloca mi mano en su pezón derecho para que se lo pellizque. Lo hago. Parece que tendré su lechita. Además, la quiero en mi boca. Atrapo su polla entre mis labios. Sube la intensidad y gime cada vez más seguido. Noto sus espasmos y siento calor en mi boca. La consistencia es viscosa. El sabor, delicioso. Me trago su leche. Y me excito tanto al hacerlo, que voy directo a mi orgasmo. Bianca sabe que estoy a punto. Sube la intensidad de su pajeo. Su mete-saca en mi culo es cada vez más violento. Obviamente, me corro. Y lo hago con el sabor de la leche de Marjory aún en mi garganta. Bianca no suelta mi polla. Y Marjory mantiene la suya dentro mi boca. La saca y Bianca nos pasa papel para que nos limpiemos. Quedo estirado en la cama, exhausto. Me tiemblan las piernas.
Hablamos un rato tumbados en la cama. Se muestran amables las dos, pero la conversación no es lo fluida que suele ser cuando estás solo con una chica. Me cuentan que se irán juntas a Barcelona en dos semanas. Bianca vive allí y Marjory quiere establecerce en esa ciudad. Es decir, deja su piso de Mallorca. Eso sí, me aseguran que volverán en verano. Pido permiso para darme una ducha. Enjuague bucal y regreso al cuarto. Según me visto, seguimos hablando. Hora de despedirse. Bianca sigue haciendo de anfitriona y sale del cuarto para acompañarme hasta la puerta. Me despido de Marjory con sonrisa cómplice y un pico. “Volveremos a vernos. No sé dónde, pero nos veremos”... digo. Recorro el pasillo y allí me espera Bianca. Dos besos y salgo del piso. Miro el reloj y ha pasado exactamente una hora desde que entré.
CONCLUSIONES. El trió fue un éxito porque la implicación de los tres fue muy alta. Me sentí a gusto en todo momento y ellas también. Ellas se conocen y actuaron de manera complementaria. Una te da besos y la otra te folla con potencia. Ahora bien, no sé si esta experiencia alcanza el nivel de mi primer trío. Aunque Marjory se basta sola para reventarte el culo, eché en falta las rotaciones de las chicas llenándome culo y boca. Igual supuse en Bianca un lado más activo del que realmente tiene. O igual ese día, por lo que sea, no tomó ese rol. No hablamos de ello en la charla final porque no sabía cómo sacar el tema sin que sonara a reproche. Además, quedé más que satisfecho con la cita. Y así se lo dije a las dos. Eso sí, Bianca fue activa sin serlo. Me explico. Lo fue a nivel verbal, soltando guarradas. Y a nivel físico, dándome biberón, besándome, chupándome o sacándome la leche. Me quedo con la duda de saber cómo sería una cita a solas con ella. Aunque el trío se cocinó con Bianca, diría que tuve más feeling con Marjory. Supongo que el hecho de repetir con ella tendrá que ver. Marjory reúne lo que más me pone de una chica trans. Está buenísima, es viciosa, folla con potencia, su pollón se mantiene siempre duro y, ahora puedo decirlo, es lechera.
Added on March 02, 2016 at 12:00 am