Relatos Travestis Sevilla: Andrea de Oliveira en Palma de Mallorca, lluvia dorada.
Autor: badmotor2008
Sexo con Andrea de Oliveira.
Hablamos en su anterior visita a Palma de Mallorca, en noviembre pasado. Aquella vez no pudo ser. Ahora sí. Tras un primer intento de quedar, el encuentro tuvo lugar el último lunes de mayo a primera hora de la tarde. Llego al piso. Céntrico. Finca con algunos años, bien conservada. Ascensor y varios pisos por rellano.
Una vez estoy frente a la puerta, Andrea de Oliveira me abre antes de que toque a la puerta. Dos besos de bienvenida. La primera sensación al verla es que está más delgada que en las fotos de sus anuncios. Su vestimenta, de quitar el hipo. Conjunto negro ajustado -tipo látex- con muchas rasgaduras, dejando ver mucha “chicha”.
Culazo bien puesto que admiro siguiendo sus pasos hasta la habitación. Ya en el cuarto, pequeña charla para romper el hielo. Ella está más suelta que yo. Siempre me pasa. Me corto cuando quedo con una chica por primera vez.
Mientras estamos en ello, Andrea de Oliveira se quita el conjunto y comienza a tocarse. Me mira masturbándose y me muestra lo que voy a poder disfrutar. Obviamente, disipa mis dudas y acabo aceptando todo. Pago el servicio y pido permiso para una ducha. Andrea de Oliveira me acompaña hasta el baño y me da una toalla. Por cierto, el piso está limpio y ordenado. Vuelvo al cuarto con la toalla en mi cintura. Estamos de pie uno frente al otro. Me quita la toalla y me mira.
“Chúpame las tetas”... dice tocándoselas. Manoseo y compruebo que no solo su aspecto es natural.
Al tacto son blanditas. Aureola grande y pezón prominente. Una delicia. Mis lametones iniciales se transforman rápidamente en chupadas a sus pezones. Mordisqueo. Ella gime y se masturba. Miro hacia abajo y compruebo que la tiene dura. Yo estoy igual de excitado. Golpeo mi polla con la suya.
“Tócate”... ordena ella. Lo hago sin que mis labios abandones sus ricas tetas.
De repente, me suelta un bofetón.
“Venga, a comer polla”... dice en tono autoritario.
Me encanta escuchar eso. Hacía mucho que fantaseaba con tener esa polla tan característica en mi garganta. Fina, larga y muy curvada a su izquierda en estado de erección. Me arrodillo, la cojo con mi mano, masturbo unos segundos y me la trago. Del todo. Aguanto unos segundos y la saco. Recibo pollazos en mi cara y escupitajos en mi boca. Vuelvo a tragar. Embiste varias veces y saca su polla para abofetear mi cara.
“Tócate”... ordena de nuevo. Obedezco y sigo chupando pollón.
“Cómeme los huevos”... escucho entonces. Y yo encantado.
Perfectamente depilados, la sensación de jugar con ellos dentro de mi boca es genial. Además, noto como ella se va calentando. Andrea gime y agita su polla con frenesí.
“Ahora voy a follarte”... escucho mientras se dirige a la mesita de noche.
“A cuatro patas”... me dice entonces.
Ha decidido asaltar mi culo en esa postura. Se coloca un condón rojo y yo espero en plan perrito sobre el colchón.
“Acércate más”. Me dice desde el borde de la cama. Me desplazo hasta ella excitado.
Veo que hay espejos en el lateral y frente a mi cara. Espero en clara postura de entrega e intento relajar mi esfínter. Su polla, acabada en punta, no tarda en contactar con mi culo. Tantea la zona en plan amenazante, encuentra su objetivo y empuja. Me abre el culo con suavidad y decisión. Me quejo y abandona por unos instantes. Entra con la misma técnica y esta vez me la clava hasta el fondo. Ya me tiene. Cachetes en mi culo y empieza su bombeo.
Arqueo mi espalda y encajo sus primeras embestidas, que son rápidas, seguidas y profundas. Me da morbo verme reflejado en el espejo siendo enculado por esta amazona. Nuevos azotes en mi culo. Sale y se quita el condón.
“Date la vuelta y cómeme la polla”... escucho entonces. Lo hago. Se mantiene bien dura. Rápidamente, vuelve a enfundarse.
“Dame tu mano”... me suelta.
Coloca lubricante en mis dedos y me dice...
“Póntelo en tu culo”. Lo hago y me la enchufa de frente. Otra vez, sacudidas secas y profundas.
Me hace gritar cuando empuja con fuerza. El espejo tenía su morbo, pero ver su cara según embiste mola todavía más. Sale para cambiarse el condón. Y yo vuelvo a comer polla. Escupe en mi cara y me tira sobre la cama. Me la clava de nuevo y embiste, empujando ahora con todas sus fuerzas. Levanta mis piernas, las abre, las cierra. Mi ojete se va acostumbrando a su manera de taladrar. La saca de golpe.
“Casi me corro”... escucho entonces. Vuelvo a comer pollón y ella insinúa que tiene ganas de mear.
“Vamos al baño”... me dice.
“¿No me follarás más?”... respondo yo.
Sin decir nada, se calza un nuevo condón y me empuja sobre la cama. Entra de golpe y se echa encima de mí. Literalmente. Bombea con fuerza haciéndome gritar. Me tiene a punto de pedir clemencia pero aguanto. Incluso me atrevo a pedir más.
“Dame más. Quiero más polla”... suelto en ese momento.
Tal y como intuía, su enculada sube de nivel. Mueve mis piernas a un lado. A otro. Me tiene en plan muñeco, gritando de placer y con mi polla bien dura. Vuelve a salir de golpe. Se quita el condón y decide masturbarse. Ella en pie junto a la cama y yo de rodillas. Vuelvo a jugar con sus huevos en mi boca. Lamo la cabeza de su polla. La golpea contra mi cara. Su mano agita con más ritmo y siento que llega su orgasmo. Su corrida va directa a mi pecho.
Con el segundo espasmo, su leche impacta en mi cara. Me encanta la sensación de recibir su descarga. Ante la excitación, acerco mi lengua a su polla y pruebo su leche. Densa, consistente y de sabor dulce. En cuanto Andrea se recupera de su orgasmo, me suelta...
“Vamos al baño”. Una vez allí, me “invita” a entrar en la bañera.
“Ponte de rodillas”... ordena.
Ella se queda de pie, con su polla todavía tiesa apuntando frente a mi cara. En el baño la intensidad de la luz es mayor que en el cuarto, y veo a Andrea con más claridad. Me pone más que sea así. Empieza a cascársela y escucho...
“Tócate. Póntela dura”.
La situación es tan morbosa que no haría falta hacerlo, pero lo hago. Miro hacia arriba y alucino con su cara de vicio. Decido lamer la punta de su polla. Disfruto el excitante momento sabiendo lo que va a pasar. Aunque no llega.
“Ya viene, ya viene”... escucho entonces.
Lo dice entre gemidos, como si de un orgasmo se tratara. Acerco mi lengua a su negra polla en señal de espera.
Exhausto, me ducho bien y vuelvo al dormitorio. Encuentro a Andrea ordenando el cuarto. Va vestida con ropa de calle porque va a salir. Charla final comentando la jugada entre risas. Entre otras cosas, hablamos de una amiga suya que me dijo que debía conocerla.
Andrea es una chica maja, pero ha quedado y entiendo que debo irme. Antes de hacerlo, me cuenta sus planes para los próximos meses. Me acompaña hasta la puerta y me despide con dos besos.
Conclusiones:
Gran encuentro con una chica a la que conocía por sus muchas escenas rodadas y deseaba catar como profesional. Andrea de Oliveira lleva la iniciativa y le gusta follar fuerte. Si respondes pidiendo más, te da más caña. Por mi experiencia y lo que nos cuenta en sus últimos anuncios, la encuentro ideal para pasivos amantes de chicas con iniciativa.
Ahora bien, no calificaría mi experiencia de perfecta. Según lo pactado, esperaba que fuera más “mala” conmigo. Hubo escupitajos y algún bofetón, pero no llamaría a lo que tuvimos una sesión de dominación. Lo hablamos en la charla final y ella estuvo de acuerdo. Queda pendiente.
Added on November 24, 2016 at 12:00 am